Enfermedad lleva a inmigrante mexicana a emprender su propio negocio de mini postres

Nunca cruzó por la mente de Carolina Frías López ganarse la vida como repostera hasta que en 2018, una enfermedad inflamatoria inusual, la mandó al hospital durante un mes y prácticamente la hizo perder buena parte de su movilidad.

“Gracias a la enfermedad de Still que me obligó a ya no volver a mi trabajo, es que descubrí mi vocación para la repostería”, dice.

Carolina nació en Guadalajara, México. En 2013 vino a vivir a Los Ángeles y encontró ocupación laboral en la bodega de una compañía de ropa. “Mi trabajo era muy físico”.

Pero su vida se resquebrajó en 2018 cuando cayó en el hospital, víctima de un raro mal, la enfermedad de Still que le producía fiebres, erupciones cutáneas y dolor en las articulaciones.

“Perdí mucha de mi movilidad. Al grado que cuando salí del hospital, dependía 100% de mi hermana y de mi novio. No podía ni sostener una cuchara ni caminar. En la actualidad, me he recuperado, pero todavúa dependo de una andadera para caminar”, dice Carolina.

Y recuerda que se sentía tan desesperada por su situación de salud, que se sentía atrapada en el segundo piso del departamento donde vivía, que entró en depresión.

“La terapia me salvó la vida”, comenta.

Al darse cuenta que ya no podría volver a su trabajo, se dio a la tarea de buscar qué podía hacer para ganarse la vida.

“Para el Día de Acción de Gracias de 2018, pude hacer galletas de nuez para la cena. A mi hermana le gustaron mucho, y fue ella la que me propuso hacer galletas para llevar a vender a su trabajo. Me sugirió poner unas cuantas en bolsitas para venderlas a $2 cada una”.

Pero dice que cuando intentó volver a hacerlas no le salieron, ya que no tenía mucha práctica como repostera.

“Tuve que hacer como 4 intentos más hasta que me quedaron. Y cuando eso pasó, le pidió también a algunas de sus excompañeras de trabajo que si no podían apoyarla, ofreciendo en venta sus galletas en donde había sido su lugar de empleo”.

Carolina Fría se esmera mucho en su negocio de mini postres. (Cortesía)

Así fue como inicio la venta de sus galletas, pero luego una de sus mismas compañeras le pidió hacer algo especial para el 14 de febrero.

“Yo me puse a aprender más opciones de repostería y postres en Internet y me metí a tomar cursos en línea. Todo el 2019 fue un año de aprendizaje”.

Entonces una amiga que iba a tener una celebración de 50 años, le propuso hacerle una mesa con muchos postres, pero tamaño chico. 

“Yo a todo decía que sí, y no sabía ni cómo cobrar”, recuerda.

A Carolina le fue bien con su mesa de mini postres. “Me dijeron que estaban súper ricos”.

Y ahí fue cuando ya no tuvo dudas de que tenía que dedicarse a la repostería.

Pero luego cuando todo iba bien, vino la pandemia de 2020.

“Fue un año difícil porque se cancelaron muchos eventos y todo se puso muy lento, aunque nunca he dejado la venta de postres por temporada”.

Cuenta que las galletas de nuez con las que arrancó su negocio, fueron destronadas por las empanadas de cajeta, típicas de Guadalajara, a las que les agregó variedad al incluir las empanadas de fresa, guayaba, piña y calabaza.

En la actualidad su mesa de mini postres puede incluir el surtido de empanadas así como flan, cheesecake, pastel de tres leches, pay de plátano, galletas rellenas de fresa y gelatinas de mosaico y de yogur con fresa.

“Yo les doy la opción al cliente de escoger cinco mini postres para su mesa; y todo lo hago personalizado de acuerdo al tema y motivo de la celebración”.

Hoy en día, Carolina dice que sueña con que su negocio al que ha nombrado Cookie’s Love, le aporte ganancias no solo para reinvertir sino para crecer.

“Quiero llegar a tener diferentes equipos de trabajo con gente que tenga limitaciones físicas para ayudarlos a sentirse más productivos”.

Y cuando voltea la mirada hacia 2018 cuando enfermó y fue a parar al hospital, dice que no puede sentir otra cosa más que agradecimiento.

“Muchos no entienden por qué estar agradecida después de una enfermedad que fue durísima y de la que aún no me recupero al 100%, pero sí que lo estoy porque gracias a eso descubrí mi pasión por la repostería y abrí mi propio negocio, algo con lo que nunca pensé porque nadie en mi familia se ha dedicado a esta actividad. Soy la primera generación”.

Este mes de febrero, Carolina obtuvo el tercer lugar en el concurso del programa de Emprendimiento para Mexicanas en el Exterior, tercera edición del Consulado General de México en Los Ángeles.

Las redes sociales de Cookie’s Love son

Facebook: Cookie’s Love 

Instagram: @love_kikis  

Y para pedidos puedes llamar: (310)505-3557.

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